Venimos observando en nuestro alumnado el uso, cada vez más extendido, de un vocabulario soez, inadecuado y malsonante en una entidad educativa como es la Escuela o en cualquier otro sitio. Sin ánimo de parecer inquisidores o coercitivos, sí creemos que una de nuestras funciones principales es procurar que nuestro alumnado se exprese de una forma adecuada, aceptada socialmente.